Con este enfrentamiento entre dos obras anónimas y creadas, supuestamente, sin ánimo de lúcro: un caballo rupestre de la Cueva de Lascaux y su pariente de gráffiti de un edificio desconocido en Barcelona, pretendo decir que los medios avanzan, pero el hombre desde la prehistória está diciendo y buscando lo mismo.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Pintados en la pared
Con este enfrentamiento entre dos obras anónimas y creadas, supuestamente, sin ánimo de lúcro: un caballo rupestre de la Cueva de Lascaux y su pariente de gráffiti de un edificio desconocido en Barcelona, pretendo decir que los medios avanzan, pero el hombre desde la prehistória está diciendo y buscando lo mismo.
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